martes, 30 de septiembre de 2008

CAZERIA


















Tal como nunca fue o tal vez como nunca debió ser.¿Cómo una amistad de siglos, se iba a ver quebrantada en segundos?; se preguntaba Shara mientras buscaba información a diestra y siniestra, recurriendo a libros y echando mano de la red. Desde que había conocido a Elizabeth su mundo cambio, se convirtió en su mejor amiga y se estimaban demasiado, conocía sus sufrimientos, más profundos secretos y alegrías; podía decirse que la confianza que depositaba en ella, era mayor a la de otra persona, pues era bien sabido que Shara confiaba poco en los demás, mientras que Elizabeth llegaba a ser una excepción.No hace mucho, desafortunadamente, se enteraría de algo que le quitaría hasta el sueño; Elizabeth le contó una vez que ingresaría a una sociedad de beneficencia, que no solo ayudaba a los demás si no que también brindaba oportunidad de estudio a sus integrantes, pero no vasto menos de una semana para que se diera cuenta de que era una organización que perseguía brujos y brujas, en pleno siglo XXI, aunque solo se tratase de una minoría, eso le preocupaba tanto a ella como a Shara.Shara a su corta edad ya había ingresado a los grupos menos imaginados de la época y practicado la mayoría de las artes ocultas conocidas, pero aun así, ese no era el problema, se trataba de algo más fuerte, algo que estaba en su esencia y primera escuela, que la acusaba sin piedad y que no le brindaría el perdón, una vez que los de Amantarem se enteraran de que ella era una bruja nigromante, terminaría pagándolo a muy alto preció. A pesar de todo, Shara le preocupaba la integridad de su hermano mayor Santiago, quien había sido su maestro desde muy corta edad. Una ves cayendo en las cortes de Amantarem la harían confesar y aunque no dijera absolutamente nada, investigarían hasta dar con él pues aunque tratase de ocultarlo, ya había tenido conflictos con ellos años atrás, esa vez había logrado escapar de ellos, pero ahora era diferente.
De pronto la voz de la madre de Shara la llamo, era hora de cenar y después se iría a la cama, aparentemente, en su mente circulaba la idea de salir esa noche, una vez que todos hubieran dormido; mientras escuchaba la conversación en la mesa planeaba como escaparse de ahí sin que se dieran cuenta, una vez terminando de comer, recogió su plato como de costumbre y decidió irse a su habitación, espero que la ultima luz fuera apagada, acomodo algunas almohadas y sabanas de tal forma que pareciese que dormía, acto seguido bajo por el balcón cuidadosamente, mientras llevaba consigo un libro y una mochila.
Las horas pasaron y ya era avanzada la noche, en la esquina del cementerio se encontraba un hombre completamente vestido de negro al igual que ella, también llevaba una mochila. Al oír pasos el joven miro de reojo y con una sonrisa en los labios la recibió, ella le correspondió de igual forma, mientras la observaba, con su mirada pesada y aterrante, que caracterizaba a Santiago, pero que para ella era una de las más dulces y tiernas miradas.
Subieron por la barda del cementerio hasta caer del otro lado de pie, flexionando un poco las rodillas para no lastimarse y extendiendo los brazos para guardar equilibrio, la barda era pequeña así que saltarla no era un problema, se dirigieron con cautela hasta la última tumba cuidando de que el velador no los descubriera.
Hoy es el día_ dijo Santiago entre susurros_ deberás estar preparada para lo que viene, o serán graves las consecuencias_ de manera serena y tranquila Shara afirma ante las palabras de Santiago_ no hay marcha atrás_ dice convencida de ello.
Santiago pone la mochila en el piso al dar con la tumba, saca su tunica y sus utensilios, mientras que Shara hace lo mismo con lo suyo, una vez que todo esta completo y la luna esta en su máxima expresión en lo alto del cielo, entrega el libro a Santiago y se introducen en sus respectivos círculos de protección.
Santiago clava una daga en medio de los dos haciendo una conexión y después abre el libro ojeándolo hasta parar en las palabras que darían paso a una experiencia espeluznante, Shara se mantiene concentrada en el círculo, la temperatura comienza a bajar y el aire comenzaba a hacer remolinos alocados entre tumba y tumba, mientras que en las ultimas frases la lapida de la cripta comenzaba a moverse estrepitosamente.
No falto mucho para que Shara cayera en un trance, su alma se despego de su cuerpo dejando pasar el alma del descarnado, que movía la lapida ferozmente como si un terremoto moviese la tierra, un plasma verdoso comenzó a acumularse y se introdujo en el cuerpo de ella, el cambio de alma fue exitoso, así que el interrogatorio comenzó, este ritual le utilizaban frecuentemente para hablar con los que ya habían despegado a otro mundo, para adquirir más poder e informaciones menores, pero esta vez era algo diferente, se trataba de quien era Shara y Elizabeth en vidas pasadas, Santiago sabía lo que su hermana le trataba de ocultar y no se iba a quedar con los brazos cruzados, quería respuestas y las iba a obtener ahora, una vez terminado el interrogatorio, Santiago despidió al espectro y regreso el alma de Shara a su cuerpo, invirtiendo las palabras serró la conexión y Shara cayo desmallada al piso.
Espero a que fueran las seis de la madrugada y despego la daga del piso y rápidamente tomo a Shara entre sus brazos, a lo lejos del cementerio se veía una luz, se trataba del velador del cementerio, tomo sus cosas rápidamente y regreso a la salida; el velador parecía que iba a pasos agigantados, así que decidió rápido, a pesar de que sabia que iba a hacer una locura, pues traía a Shara en los brazos y el peso de ambas mochilas, no lo pensó dos veces, la luz estaba casi enzima de ellos, dio barios pasos hacia atrás, tomo impulso y de un solo salto brinco la barda, acto seguido callo de pie nuevamente, flexionando las rodillas las cuales recibieron todo el impacto y los calambres no tardaban en fluir por sus piernas, pero les perseguían y el juró que la protegería hasta el final, así que olvidándose del dolor corrió entre las sombras de las calles desiertas y se perdió en la noche.
Shara ya se encontraba en su cama, recuperándose de lo sucedido, mientras Santiago la custodiaba recargado en el ventanal del balcón mirando el amanecer, Se levanto y lo miro, este se acercó a su cama y la miro asegurándose que había dejado al espectro en el cementerio y no a Shara.
Lo hiciste bien, ahora ya tengo lo que buscaba _Shara se dispuso a escucharle, le contó todo lo que había visto y oído del espectro mientras las horas trascurrían la platica se hacia más intensa, Santiago no dejaba de mirara a Shara fijamente, temía que el sueño que algunos días atrás había tenido, en el cual Elizabeth le daba muerte a Shara, se hiciera realidad.
Santiago se preocupo al ver, la reacción que en ella provocaba al contarle todo esto, vasto con mirar a través de ella para descubrir que todo lo que había visto y oído era cierto, durante años Shara y Elizabeth habían peleado entre ellas una dando muerte a la otra, producto de una maldición infundada desde el principio de los tiempos, la verdadera identidad oculta de Shara era apocalíptica, y esta vez no estaba dispuesta a perder a su amiga y mucho menos a Santiago.
Ella le miro detenidamente y le tomo el rostro con ambas manos que aun seguían heladas por lo ocurrido, lo abrazo y le susurro al oído algo que le impacto, pero que era su ultima alternativa, le correspondió el abrazo y entristeció, pero como era su costumbre aceptaría toda decisión que tomase su pequeña hermana.
¿Si eso es lo que quieres? Adelante _ dijo inmediatamente, al saber que Shara dejaría de lado todo lo que le había enseñado para protegerle y proteger a Elizabeth de posibles culpas; ella se alejaría de ese ambiente, que por largos años había sido su vida, aunque sabia que Santiago no lo aria así, ya que diez y seis años de practica se decían fáciles, pero no censillos.
Los meses pasaron y las personas que conocían a Shara y a Santiago comenzaron a preocuparse, no recurrían a los lugares de siempre y parecía como si se los hubiera tragado la tierra.
Una tarde de verano, mientras el sol iluminaba el cielo en todo lo alto de la plaza, y ante el vaivén de gente, Shara pensaba en Elizabeth preguntándose, ¿Cómo estará?, ¿qué cosas habrá hecho todo este tiempo?, pues desde que tomo la decisión de retirarse, ya no la había vuelto a ver; de pronto sintió como una mano se poso en su hombro y no tubo que mirara hacia atrás para saber quien era, una sonrisa se dibujo en su rostro y miro por arriba de su hombro: encontrándose con la mirada de Elizabeth que también le sonreía.
Ambas amigas se saludaron y una preguntando a la otra, se sentaron para iniciar una conversación, Shara le contó todo lo que sabia, mientras Elizabeth trataba de asimilarlo, un nudo en la garganta se le formo y sentía ganas de vomitar ante el shock, de tanta información tan exacta, ya que el día del ritual Elizabeth, había tenido el sueño en donde la verdad fuera revelada y la cual daba paso a un terrible destino, que estaba más cercano que nunca; Shara comenzó a sentirse observada, miro levemente hacia el frente, ahí justo delante de sus ojos estaba de pie, con mirada amenazadora, Victoria, una bruja que la rebasaba por cinco años más, desde hace tiempo que quería hacerle daño, la odiaba a muerte y todos los días deseaba verle destruida, Shara le correspondió con una mirada retante y altanera, pero recordando lo que juro en presencia de su hermano, bajo su energía para evitar atacarle. De pronto, una chica sale de entre los arbustos y corre al lado de Victoria, informándole de lo que habían escuchado, mientras la ira comenzó a apoderarse de Shara_ Creo que ahora gane yo Shara_ riendo malévolamente, de pronto una camioneta negra se acerco a ellas y dos hombres vestidos de traje, bajaron y se dirigieron hacia ellas, era inevitable el símbolo de Amanterem se encontraba en sus ropas; Elizabeth mira a los de Amanterem y se queda pasmada _¿Qué has hecho?, ¡¿Por qué me esta haciendo esto?!_ Shara le reprocha a Elizabeth, mientras se levanta de la banca y comienza a dar pasos hacia atrás, Elizabeth se le queda observando a Victoria, con ojos de coraje, ya que sin saberlo, cayo en su juego, pensando que ella le ayudaría a encontrara a Shara, para conversar con ella y advertirle, pero fue todo lo contrario, un día antes a este instante le había contado todo referente a ella y su amiga, Victoria la traiciono yendo con Amanterem e informando en donde se encontrarían ellas dos esa misma tarde.
Shara, debes creerme yo no tuve nada que ver en esto yo pensé que Victoria_ ¡Calla!, tu ya no tienes nada que decirme_ se da media vuelta y toma velocidad para escapar entre la gente mientras los de Amanterem la seguían muy de cerca, mientras que Elizabeth soltaba el llanto, iba a perder a su amiga por una imprudencia.
Al pasar por un callejón, de pronto salio una mano al doblar la esquina que la jala con toda su fuerza hacían dentro de una habitación abandonada, mientras los hombres que la perseguían pasaban de largo_ tranquila soy yo_ dice Santiago, tratando de tranquilizarla_ me traiciono_ soltando el llanto, en acto seguido él la consuela y mientras limpia sus lagrimas, dice con voz calmada_ acabo de ver lo que paso y ella no te traicionó, Victoria la enredo, cuando me entere de eso fui corriendo para advertirte pero al ver que te perseguían decidí guardar prudencia_ ella le escucha atentamente, haciéndola entrar en razón, mientras en su interior siente como la tristeza comienza a invadirla, ahora Elizabeth tendría problemas por su culpa y Santiago también, ese pensamiento rondaba una y otra vez en su cabeza.
Santiago hace una pausa y la mira fijamente, poniéndole las manos en los hombros y después en la cabeza _ tienes que volver, o si no la perderás para siempre_ Shara, le miro aun más impactada y espero a que continuara_ Victoria intentara hacerle daño a ella, sabe que eres vulnerable ahora y no descansara hasta acabar con todos a los que amas_ se retira de él y da unos pasos, tratando de digerir todo lo sucedido, después se acerca a una ventana que daba a la calle, para mirara por ella.
Santiago se acerca lentamente, mientras ella se da media vuelta para verlo, esperando una respuesta, la mira fijamente, un silenció se apodera del lugar, Shara camina hacia el y dándole un beso en la mejilla, se despide y sale a las calles otra vez para irse directo a su casa, para regresar por unas cosas y de ahí a otro lugar, Santiago se queda pensativo, mientras tocaba su mejilla donde le había dado el besos preguntándose si aquello había sido la afirmación o la negación que quería escuchar.
Luna llena de Octubre, el Coven en donde se encontraba Victoria parecía estar tranquilo, ninguna de las que se encontraban ahí ni la propia Victoria se imaginaba lo que estaba por pasar. Ya era tarde y todo daba inicio a una celebración pagana, las llamas de la fogata eran grandes así que podía distinguirse a kilómetros de ahí, en la oscuridad alguien las observaba y se movía sigilosamente entre la maleza y los árboles del bosque, como si se tratase de una fiera a punto de arrojarse a su presa.
No trascurrió mucho tiempo para que alguien se integrara en las filas de la reunión, todas llevaban túnicas con capuchas que les cubría la mitad del rostro, así que era difícil saber quien era quien, cuando Victoria se hizo visible entre las demás y se acerco al fuego para abrir el circulo, una joven se levanto y fue ahí en ese preciso momento cuando su rostro fue iluminado por al luz del fuego entre la oscuridad de su capucha, para descubrir en su interior el rostro de Shara; Victoria se aterro al verla y dio algunos pasos hacia atrás, Shara no le quitaba la mirada ni por un segundo_ ¡Shara!_ grito exaltada y las demás quedaron inmóviles como si el solo mencionar ese nombre augurara la muerte.
Ella le sonrío fríamente y avanzando despacio, quedando frente a ella, mientras le decía en tono severo_ ¿no me esperabas verdad?_ Victoria en un acto de vileza le arroja los polvos de azufre que llevaba en la mano a la cara, pero Shara alcanza a meter el brazo, rápidamente, Victoria saca una de dagas de entre sus ropas he intenta herir a Shara, con un movimiento de pies logra arrojarle al piso antes de que incruste la daga en su corazón y ambas comienzan a forcejear mientras el barullo se formaba en sus alrededores y las demás integrantes comenzaban a aglutinarse en un solo punto; Shara logra levantarse rápidamente y mientras lo hacia saca una daga de su bota, en la empuñadura se encontraba grabada un cráneo símbolo representativo de los nigromantes.
Ahora estamos parejas, Victoria_ diciendo tranquilamente, mientras le hace una seña con la mano, para comenzar el duelo a muerte, Victoria se arroja al ataque tratando de herirle en el vientre pero se lleva un fuerte navajazo en el brazo, producto de la daga de Shara, a pesar de la herida en el brazo no se inmuta y sigue atacando, Shara se defiende sin problemas, las horas trascurrían y el duelo se estaba alargando, ambas contendientes sentían un cansancio tremendo, y las dos sangraban de heridas que se habían provocado mutuamente, pero ninguna de las dos se iba a dejar ganar por la otra, mientras las demás les miraban esperando el final de la contienda, sin dejar de gritar a favor de una u de otra.
Shara, eres fuerte, deberías unirte a nosotras, así te haría mi mano derecha_ ella río al oírle y respondió rápidamente_ primero me pudriría en un calabozo, antes de estar junto a una mierda como tú_ a lo que le contesta agresivamente_ !entonces muérete¡_ el coraje le invadió y corrió para atacarle, extendiendo el brazo con la daga, Shara le tomo el brazo con la mano izquierda y dando un giro para desarmarla, le clavo la punta de su daga en el pecho con su mano derecha, Victoria callo en seguida, comenzó a arrojar sangre por la boca y nariz, respiraba agitadamente y emitía sonidos entrecortados, ante las miradas atónitas de las que alguna vez comando, ya que era la líder del grupo.
Shara, se le acerco, y dándole un beso en la frente, le ayudo a morir hundiendo completamente la daga; la quito de un solo impuso del pecho sangrante de su rival y la limpio con la tela de la tunica desgarrada de Victoria, se incorporo en el acto y miro a las demás que no dejaban obsérvala, pero que tampoco no se atrevían a acercársele.
Toma aire y emite un aullido que se escucha en todo el lugar y viaja por el aire más haya del bosque hasta llegar a la carretera, para después guardar la daga e internase en el bosque, mientras la luna se tornaba roja e iluminaba su andar; la que acompañaba a Victoria ese día, se despega rápidamente de las demás sin dejar de mirar de que ya no se encontrase Shara, para ir junto al cuerpo de Victoria, que ya hace tendido en el suelo en un charco de sangre, aun sin poder creer lo que ha visto, hace una exclamación_ la loba, ha vuelto _ con voz ronca y aterrorizada, mientras con sus manos temblorosas sierra los ojos de Victoria que aun continuaban abiertos.
Al día siguiente a pesar de las heridas provocadas por la pelea, Shara continuaba con su rutina cotidiana, los Jens y la blusa larga que vestía, escondían los bordos de las vendas que cubrían sus heridas, de pronto alguien toco a la puerta muy efusivamente y al abrirla se encontró con Santiago, le abraza y el dolor de las heridas hace que le retire de ella, él toma sus manos y cuidadosamente descubre sus brazos, mientras mira la vendas un poco ensangrentadas en silencio y bajando la cabeza con un sentimiento de melancolía, pero Shara no lo permite, le toma el mentón y hace que el mire a los ojos_ era mi deber Santiago, no iba a permitir que ella se metiera con ustedes y no me asusta lo que viene, lo que tenga que pasara, pasara y tu tienes que ser fuerte_ las palabras de Shara se incrustan en él corazón de Santiago, y una lagrima surca su rostro, ella le vuelve a abrazar cuidando de que sus heridas no se volvieran a abrir y se quedan así unos instantes, para después pasar a la casa y conversar de cualquier otro tema, que les hiciera olvidar el horror por el que están pasando.
Los meces pasaron y las heridas de Shara sanaron, ecepto una, cada día después del desagradable suceso en el que Elizabeth se vio involucrada, iba a la plaza, esperando volver a verla, hoy era uno de esos días en el cual se pasaba horas leyendo libros y mirando de vez en cuando a las multitudes intentando descubrir en uno de sus rostros la sonrisa de su amiga.
Convencida de que eso ya no iba a suceder, serró el libro y lo puso bajo su brazo y cuando se levanto para dar media vuelta, una chica corrió a su lado abrazándola y diciéndole al oído que a logrado separarse de Amantarem, el libro cae al piso del brazo de Shara; la mirada de ambas chicas se cruzan y comienzan a reír, Shara hace una pausa y dice a Elizabeth, con vos dulce y tranquila_ una amistad de siglos, no se pude romperse en segundos_ nuevamente Shara se siente observada, y mientras levantaba su mirada por encima de Elizabeth, al frente, ya no avía ningún enemigo si no el mismo Santiago, que sonreía ampliamente al ver su felicidad, se reúne con ellas y levantando el libro del piso y dándoselo a Shara , se marchan los tres, mientras le relatan a Elizabeth la odisea de sus vidas.
Señor, ya les tenemos localizados_ dicen unos hombres comunicándose por un radio trasmisor desde un café frente a la plaza, acompañados por una mujer de joven aspecto; las ordenes fueron claras y contundentes_ hagan lo que tengan que hacer y háganlo rápido _ responden enseguida_ entendido señor_ guardan los radios en los estuches y miran a la mujer, uno de ellos saca un fajo de billetes y ella lo guarda en su bolsa_ nosotros te llamaremos si necesitamos más información_ la mujer sonríe y se levanta_ es un placer caballeros_ depuse camina para desaparecer entre la multitud que transitaba por el centro le da ciudad del medio día, pagan la cuenta y cruzan la calle rápidamente.

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