martes, 23 de septiembre de 2008

poesia de h.p lovecraft


A un soñador...

Reconozco tu rostro,tranquilo y pálido,

en el reflejo luminoso de la vela;

La negra sombra de tus párpados,bajo esa cortina

Están los ojos que no ven utilidad a este mundo.

Y mientras observo,ansío conocer

Los caminos por donde tus sueños van,

las tenebrosas regiones que tu imaginación ve

Con los ojos velados por la rutina y por mí.

Pues del mismo modo,yo contemplo en sueños

cosas que mi memoria no podría guardar,

y desde la penumbra intento vislumbrar

las imágenes que aparecen ante tus ojos.

Yo,que demasiado bien conozco la cumbre de Thok;

Los valles de Pnath,donde los sueños se reunen;

Las criptas de Zin;y así pienso

porqué tus rezos se dirigen a la llama de la vela.

¿Pero,qué es lo que se desliza quedamente

sobre tu cara y tus barbudas mejillas?

¿Qué miedo distrae tu mente y tu corazón,

y te hace llorar con repentino temor?

Viejas visiones se despiertan...Ante tus ojos

brillan las oscuras nubes de otros cielos,

Y por alguna demoniaca perspectiva

Me veo flotar por sobre la noche encantada.

Es un verso muy hermoso,porque si bien mantiene el elemento inquietante en casi todo el trabajo,al final hay un pequeño rasgo de tristeza.Nota aparte también es el paisaje que evoca con la belleza de siempre.

No hubo mano amiga que me ayudara
La noche que encontré la antigua senda
Sobre la colina, cuando creí descubrir
Los campos que embrujaban mi espíritu.
Ese árbol, aquel muro: los recordaba bien,
Y todos los tejados y bosquecillos
Eran familiares a mi mente,
como si los hubiera visto poco antes.
Advine que sombras se moldearían
Cuando la perezosa luna ascendiera
Tras la colina de Zaman, y supe
Cómo se iluminaría el valle poco después.
Y cuando la senda subió, alta y agreste,
Y parecía perderse entre los cielos,
No temí lo que pudiera ocultarse
Tras aquellas laderas informes.
Caminaba decidido mientras la noche
Se tornaba pálida y fosforescente;
Los tejadillos de una casa lucían
Espectrales cerca del escarpado camino.
Allí estaba el conocido letrero:
"Dos millas a Dunwich", la visión
de los campanarios y tejadillos asomó
delante de mí diez pasos más arriba...
No hubo mano amiga que me ayudara
Cuando me topé con la antigua senda,
Cuando crucé la cima y descubrí
Aquel valle de ruina y desolación;
Tras al colina de Zaman surgía
La mole enorme de una maligna luna,
Alumbrando malezas y enredaderas
Sobre ruinosas paredes jamás vistas por mí.
Lucía tétrica en ciénagas y campos,
Y unas aguas invisibles vertían vapores
Ondulantes que me hacían dudar
De mi antiguo amor por este lugar.
Y desde aquella horrible región supe
Que mi pasado cariño nunca había sido
Y que me había alejado del sendero
Que baja a aquel valle de la muerte.
La niebla se escurría a mi alrededor,
Arriba, luminosa, brillaba la Vía Láctea...
No hubo mano amiga que me ayudara
La noche que descubrí la antigua senda.

Mucho es lo que se puede decir de éste último (y se ha dicho bastante),pero me gusta la idea del "regreso a casa" ,y de encontrar hermosura en esos paisajes.


Cito uno extraído del relato POLARIS

"Duerme, vigía, hasta que las esferas

Giren veintiséis mil años

Y yo regrese

Al lugar donde ahora ardo.

Después, otros astros surgirán

En el eje de los cielos

Astros que sosieguen, astros que bendigan

Sólo cuando mi órbita concluya

Turbará el pasado tu puerta".


espero les agraden estos tres poemas de lovecraft un saludo y sea grande su lucha..ANTERUIZ

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