martes, 27 de enero de 2009

terrible inspirasion...


Siempre de frente a la desgracia, perdido en el aire de la tristeza. Añorando el dulce calor de tus labios.
Perdido en la tristeza dulce y amargo amor…
Canto en la dualidad de mi naturaleza tu lejanía dulce amor mío. Me arranco las ropas y desgarro mi piel desnuda en el desierto de los muertos.
Y tu silencio es solo mío, en un latente tumultuó de lagrimas me encaro a mí mismo y no veo más que la oscura realidad de mi ser…
En el amanecer de los muertos veras encarnada toda la amargura de mi ser despreciado por tu malvado corazón de amatista,
Y me veras reencarnar en el manto del tabú, oscura y malvada dama del infierno. Un día apareciste en un lóbrego tornado de pesadillas y dejaste en mi la necesidad de escribir tu figura para dejarla inmortalizada en las aguas del manantial de la poesía…
Levanto la biblia negra y recito de ella todos los canticos y llamados de invocación para atraer una vez más tu maldita y febril figura, de esta forma una vez más invocare a mí la mejor inspiración.
Porque eres maldad, eres mi propia destrucción, una tortura es describirte en mis escritos. A cada letra, a cada frase, en cada oración un fragmento de mi vida se derrama, y dentro de mi alma muero por descubrir en esas letras sin sentido, el contorno de tu piel…
Eres la causa y razón de mis lagrimas, al verte en las cálidas aguas que purifican tu cuerpo de mis lamentos, puedo ver en el reflejo cristalino del mar la realidad de tu ser, pues en ellas, no eres la magnánima diosa de mi inspiración. En ellas te ves como el ángel de la muerte, como la diosa que arranca fragmentos de mi vida a cada toque de mis manos sobre el papel, eres la diosa de cabellos negros, mirada oscura y sentimientos oscuros que desea verme esclavo de tus placeres. y presa de tus caprichos. Eres sin duda mi mayor creación. Pues sin mi tu no existirías. Pero temo ahora que mi propia creación sea mi propia destrucción. Y por ello cito para finalizar este escrito…
El hombre creo a dios en su afán de ser dioses. Ahora la verdadera forma de dios nos demuestra que no somos creadores de su existencia. Solo somos los creadores de su apariencia y lo que creemos él piensa…pero en realidad no somos más que los esclavos de su hermosa consorte. La inspiración…fin

1 comentario:

Gittana dijo...

Que hermosa manera de expresarte... no pierdas este encanto... nunca... tu oscuridad me atrae...