viernes, 18 de marzo de 2011

Rotaris Mundis(verso del mundo)

este es un poema, los lamentos del mundo, la idea expuesta de un pensmaiento que en estos dias tendria el mundo. o que tal vez podria tener, unos dicen que la tierra no tiene vida, otros que si, pero si la tiene que asi es, entonces en algun lugar tiene pensamientos, y de una u otra forma tiene.


Tómame una vez más…

No tengo opciones, no tengo causa o fuerza alguna para escapar…
Oh, dios, tu sabes cuanto he luchado por mantenerme cauto. Te he dejado llevar mi destino, incluso llevándolo al borde de la agonía, ya sin causa para mantener la cordura. Los llanos que fungían mis ropas ya no existen. Aun perdiendo la frescura en mi piel, te he dejado embaucar mi vida a un foso en donde los rayos del sol calcinan lo poco que de mi queda…

Oh, dios, me he quebrado en la soledad, y al cielo deje ir mi control…
Ahí, en esa esfera de plata, he contenido todas mis lagrimas, todo mi dolor esta en esa esfera, ahora vaga desconsolada mi tristeza en su esfera plateada. Ahora no tengo lagrimas para ahogar a las almas en pena que toman y toman los últimos suspiros de mi alma… pierdo el control de mis extremidades.
Oh, creador de mi muerte, aquí estoy, aun hecho de una pieza, aun unido por la fuerza de la gravedad, pero ya no por voluntad propia, ya no por mi propia fuerza, solo por el volumen de mi maza, por la fuerza universal que ejerce cautivo el éxodo final a mi muerte.
Oh, dios… aquí estoy, lejos de tus manos, cerca del abismo… lejos de toda razón, lentamente desgajándome en el silencio de la muerte. Aun sintiendo como estamos perdidos los dos, tu en el universo, yo enclaustrado en una atmósfera, una atmósfera en la cual tu nunca estarás…
Solo espero el día en el que llegué la noche eterna y mis lágrimas lo ahoguen todo sobre mis llanos, para que al final quede purificado el antiguo desierto, del cual tú escapaste…

Solo espero la hora en la cual mi orbita de detenga y los fragmentos cóncavos de mi cuerpo se fragmenten de mi núcleo, dispersando a mi cuerpo en el vasto protocosmos sicoidal. Regando mi sangre púrpura por entre las novas y las auroras celestes. Terminando así el suplicio de eras ingratas.





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