todo esta tranquilo, solamente la llubia es quien hace tumultuo en medio de las calles desoladas...
una melodia recorre mi mente, el piano suena magnanime en su esplendor...
la noche es iluminada por una pequeña luz, es distante, tan pequeña...
y en esa densidad...en esa lejania esta el lucero de mis sueños...
es tan hermosa y mitica...tan solitaria como su belleza...
sin saber su nombre ya le he comenzado a amar...sin conocerle ya deseo morir por ella...
la llubia le mantiene cautiva en esa soledad...
solamente el calor de aquella insignificante luz le proteje del frio llanto de las nubes nocturnas, la luna se mantiene oculta en ellas...
en medio de esa soledad intento ser yo quien le acompañe en ella...
pero es la inmensidad de aquella estruendosa marea virginal, la que me separa de su amor...protejida con inemuerables paredes de cristal...escondida en medio del movimiento de la vida...
ella se escapa de mi vista perdiendose en medio de la llubia...
me gustaria ser una pluma perdida en la noche y llegar a ella para asi lograr ser un pequeño tributo a su bella y melancolica soledad que me hiso querer amar por un instante en la vida...el piano...el piano es extraño...se repite como si fuese una cascada de eterna juventud, su canto es una melodia que me hace temer la lejania de ese amor invisible...el cual desaparese de mi dejando un ratro rojiso, perfido...muerto...
la noche confunde sus lagrimas con gotas de agua...la lluvia confunde mi dolor con larimas en sus ojos...
la noche nos confunde...
ninguno de los dos existe...solo el amor invisible de dos almas translucidas, que al rose de la lluvia tubieron una forma humana...el sueño se disipo cunado el piano termino su canto...el rastro humano de nuestro amor termino cuando ella en medio de la luz se perdio...cuando yo me disipe al finalizar la llubia...
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