domingo, 29 de noviembre de 2009

poema-X^[un sueño]



La oscuridad, ¡OH!, relampagueante aro de silencio. Silencio, ¡OH!, extraño suspiro del alma.
Que extraño sentir en las fauces de la noche, cuando todo mi pensar se acapara en tu nombre y tu recuerdo.
Vuelta una cuidad grisácea, toda mi oscuridad se nubla en las extrañas calles que mi mente me hace recorrer…
Ahora un extraño sentimiento me aqueja y me atormenta…
Mi pensar ha creado un sentimiento de plena tristeza, puesto que a mi extraña visión de un mundo con praderas antiguas y dulces canales que imponen el orden natural del mar, sobre de todas las cosas materiales y mortales.
Ahora, que la causa de mi dolor es la bella ilusión de tu figura angelical en este mundo corrupto de perfección irreal, me encuentro tan desolado y extraño de mi propia naturaleza por creerte tan cerca de mí, en donde resurgiste, cual diosa de las marinas y las sirenas…
Y me regalas tu más bella sonrisa, tan calida que el sueño brillo tan bellamente, tan calido que el cielo gris se volvió azulado y luminoso como el brillo oscuro de tus cabellos, tan brillante como el calido tono de tus ojos…
En medio del canal tu cuerpo, recuerdo calidamente, nadando por entre los adornos de piedra y entre las miradas atónitas, veía reflejados en ellos, los placeres de tu ser idealizado en mi errático suspirar.
Que calido suspirar me dio el abismo de mi alma,
Que extraño pensar recorrió mi mente errante por los pasajes de mis recuerdos, que en ellos te vi materializada en la sublime melodía de mi tristeza…
En un sueño sentí el calido sonido de tu vos en mis oídos pude sentir el aire de tu vos, en mis mejillas pude sentir el calor de tu aliento, en mis manos, tu piel humedecida por el cristalino mar, que cruza nuestra irrealidad…
Y besando tu hombro cobrizazo, te juro no dejarte, aunque el amanecer nos separase de nuestro encuentro, el cual…
El cual solo soñe…